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© Liuba Kogan, Guadalupe Pérez Recalde y Julio Villa Palomino, editores, 2017

De esta edición:

© Universidad del Pacífico

Av. Salaverry 2020

Lima 11, Perú

www.up.edu.pe

EL PERÚ DESDE EL CINE: PLANO CONTRA PLANO

Liuba Kogan, Guadalupe Pérez Recalde y Julio Villa Palomino (editores)

1ª edición: junio 2017

1ª edición versión e-book: octubre 2017

Diseño de la carátula: Icono Comunicadores

ISBN: 978-9972-57-375-0

ISBN e-book: 978-9972-57-378-1

BUP

El Perú desde el cine : plano contra plano / Liuba Kogan, Guadalupe Pérez Recalde y Julio Villa Palomino, editores. -- 1a edición. -- Lima : Universidad del Pacífico, 2017.

228 p.

1. Perú -- En el cine

2. Cine peruano -- Aspectos sociales

3. Películas cinematográficas -- Perú -- Crítica e interpretación

I. Kogan, Liuba, editor.

II. Pérez Recalde, Guadalupe, editor.

III. Villa, Julio, editor.

IV. Universidad del Pacífico (Lima)

791.430985 (SCDD)

Miembro de la asociación Peruana de Editoriales Universitarias y de escuelas Superiores
(Apesu) y miembro de la
asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (Eulac).

La Universidad del Pacífico no se solidariza necesariamente con el contenido de los trabajos que publica. Prohibida la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio sin permiso de la Universidad del Pacífico.

Derechos reservados conforme a Ley.

Índice

Presentación

Introducción

Los archipiélagos sociales de la corrupción cotidiana: transgresores y marginales en El evangelio de la carne y El mudo

Engañar o ser engañado: representación de la pérdida de confianza en el cine peruano

Seductoras, chamberas, amorosas, lindas… Las mujeres y la feminidad en el cine limeño

El retorno de los monstruos. Del willakuy al cine de horror andino

Postmemoria y disidencia: dos experiencias del cine documental realizadas por parientes de militantes de Sendero Luminoso y el MRTA

Dicen que el cóndor da vueltas, buscando… Tres relatos visuales sobre el conflicto armado interno peruano

Un lugar en el mundo. Exploración de fronteras en tres películas peruanas de inicios del siglo XXI

La ciudad invisibilizada. Cinco largometrajes sobre lo marginal en Lima

Un análisis de las percepciones y los efectos de la piratería de películas peruanas en las fases de producción, exhibición y comercialización

Anexo
Relación de películas nacionales producidas
entre 1996 y 2015

Filmografía

Índice de fotogramas

Sobre los autores

Presentación

Hace tres años, un grupo de profesores de la Universidad del Pacífico decidió que el derecho debía ir al cine, y así fue, con la publicación del libro El derecho va al cine. Intersecciones entre la visión artística y la visión jurídica de los problemas sociales. Al año siguiente, bajo la iniciativa de Manuel Alcántara y Santiago Mariani, la política fue al cine, con la publicación de La política va al cine.

Este año es la sociedad la que va al cine. Es muy grato saber que la iniciativa de mandar al cine al derecho y luego a la política, ha encontrado un nuevo camino. Y es que nuestra comunidad académica ha tomado en serio la idea de que el cine nos hace más lúcidos, más suspicaces y más conscientes del mundo que nos rodea y de sus imperfecciones.

El derecho y la política se perciben de manera distinta, según la perspectiva que adoptemos. Así, mientras que los operadores jurídicos y políticos suelen ser más benevolentes con su propio campo de acción, los ciudadanos de a pie, la sociedad misma, suele ser su más acérrima crítica.

Así lo han entendido los editores y autores de El Perú desde el cine: plano contra plano, cuando proponen que la intersección entre la academia y el arte permite «pensar de otro modo».

El hilo conductor en los textos contenidos en este libro es, en el fondo, la irrelevancia de la ley, pues con ella y a pesar de ella hay una enorme brecha entre el ideal con el que son diseñadas las normas y la realidad que pretenden regular. Y es que el punto de contacto en el día a día entre el ciudadano y el poder revela que muchas veces, cuando el ciudadano más lo necesita, el derecho se vuelve irrelevante.

Y es allí donde el aporte de las ciencias sociales se hace evidente: en su capacidad de denuncia, de empatía, de alerta. Sin pretender mencionar todos los temas centrales contenidos en los textos, algunos de ellos son razón suficiente para convocar a los lectores a compartir las preocupaciones de los autores.

La irrelevancia de la ley y el poder formal emana de todas y cada una de las historias cinematográficas reseñadas en los textos. Un hombre que causó daño pretende redimirse ayudando a otros, pero falsificando moneda. La informalidad no es vista por algunos artistas como el incumplimiento de la ley, sino como el surgimiento de un nuevo rostro del Perú, un país en el que los formales conviven con «los otros». Un juez honesto sucumbe a las presiones y recurre a las malas prácticas, que sí son efectivas para solucionar los problemas y no solo enunciarlos, como hace la ley.

La ley se vuelve irrelevante porque, como denuncia uno de los textos, vivimos en medio de una crisis de confianza a nivel interpersonal, a nivel intergrupal y a nivel institucional. La ley se vuelve irrelevante porque el discurso de género, amparado por el Estado, se vuelve vacío en una sociedad profundamente machista, incluso en el cine, en el que muchos personajes femeninos no son protagónicos, sino secundarios, como denuncia otro de los textos.

La ley parece irrelevante para los familiares de los terroristas, que recurren al cine para encontrar y presentar las historias de las personas que habitan bajo los personajes que la sociedad condena, independientemente de la culpa y de las atrocidades de las que son responsables.

En el fondo, el hilo conductor de los textos que invitamos a leer es pues la existencia de fronteras entre distintos grupos sociales, a veces visibles y a veces no, que pueden terminar en inevitables distopías.

Vernos, no olvidar, pensar, proponer. Eso es lo que permite la conexión entre la academia y el arte. Es estupendo entonces que los investigadores de la Universidad del Pacífico manden al cine al derecho, a la política, a las ciencias sociales. Es el turno entonces de los lectores de este nuevo libro.

Cecilia O’Neill de la Fuente

Vicedecana de la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico

Introducción

El cine en el Perú está en proceso de consolidarse como una industria cultural y lo hace compitiendo con industrias cinematográficas internacionales, en gran medida gracias a que la tecnología digital ha permitido abaratar los costos de producción de películas independientemente de sus géneros. Prueba de ello es que en el país –desde 1996– se han producido más de 553 películas1 y, de ellas, 39% en regiones, principalmente en Ayacucho, Junín, Puno y Cajamarca.

Al considerar gustos, temas, géneros y estéticas diversos, la tradicional indiferencia de los peruanos hacia el cine nacional se transformó en interés, e incluso en entusiasmo. Para muestra de ello, consideremos que en 2007 solo 230.000 espectadores eligieron ver películas peruanas, mientras más de 5.600.000 lo hicieron ocho años después. El cine comercial se consolida finalmente como un género cinematográfico con el estreno de ¡Asu mare! 1 (Maldonado, 2005), que fue vista por 3.037.686 personas en cines a lo largo y ancho de país.

Las películas peruanas, con sus temas, narrativas, estéticas y personajes, nos permiten reconocernos en ellas y, por tanto, constituyen un recurso para comprendernos como individuos y como sociedad. De allí el título de este libro, El Perú desde el cine. El subtítulo, plano contra plano, remite a una técnica cinematográfica que consiste en grabar a dos personajes por separado, pero ellos, en el montaje, aparecen uno frente a otro. Esto puede entenderse como una metáfora, ya que los ensayos de este libro –confrontados en sus diversos temas y estilos– se encuentran finalmente para mostrarnos como sociedad.

El Perú desde el cine no es un libro sobre teoría cinematográfica ni un tratado de teoría sociológica; es un texto compuesto por diversos ensayos en los que autores, con un lenguaje directo y sencillo, nos permiten observar y reflexionar –como sentados en una butaca– a los peruanos en sus modos de hacer, sentir y pensar. No es necesario haber visto las películas que se analizan en el libro, pues los autores se encargan de contárnoslas; aunque evidentemente, invitamos a los lectores a verlas y disfrutarlas.

Javier Díaz Albertini aborda el problema de la informalidad y su relación con las normas. El autor compara la vida de dos personajes, uno de El evangelio de la carne (Mendoza, 2013) y el otro de El mudo (Vega & Vega, 2013), que enfrentan de modo diferente situaciones de corrupción cotidiana.

Matthew Bird y Luan Sánchez nos proponen una interpretación de la confianza como ingenuidad y de la desconfianza como vía para la supervivencia a través de escenas de El huerfanito (Quispe, 2004), La boca del lobo (Lombardi, 1988) y El evangelio de la carne.

Marfil Francke nos invita a hacer un recorrido por el cine peruano de diferentes épocas para identificar qué tipos de mujeres se retratan y cómo son los hombres que se relacionan con ellas.

El texto de Emilio Bustamante explora el cine de horror andino, en el que emergen personajes transgresores que generan miedo de modos diversos.

En su artículo, Karen Bernedo se aproxima a los dilemas de la reconstrucción de la memoria sobre el conflicto armado interno peruano a través de los documentales Alias Alejandro (Cárdenas-Amelio, 2005) y Sibila (Arredondo, 2013).

Por su parte, María Eugenia Ulfe analiza tres documentales en los que se busca entender las trayectorias de familiares vinculados directamente con el conflicto armado interno: Alias Alejandro, Sibila y Tempestad en los Andes (Wiström, 2014).

Guadalupe Pérez Recalde se adentra en Días de Santiago (Méndez, 2004), Madeinusa (Llosa, 2005) y La teta asustada (Llosa, 2009) para seguir las trayectorias de tres jóvenes peruanos que cruzan las fronteras de su identidad social y personal.

Javier Protzel nos presenta un texto en el que explora la noción de marginalidad en el cine peruano a partir de Maruja en el infierno (Lombardi, 1983), Juliana (Espinoza y Legaspi, 1988), Caídos del cielo (Lombardi, 1990), Paraíso (Gálvez, 2009) y Dioses (Méndez, 2008).

Los autores accedieron a la mayoría de las películas comentadas en el libro a través de canales informales de distribución y de DVD piratas. En el ensayo final, Diana Orihuela explora el circuito de distribución de películas nacionales, problematizando la democratización del acceso a bienes culturales.

Los libros El derecho va al cine y La política va al cine, publicados antes por el Fondo Editorial de la Universidad del Pacífico, convierten a El Perú desde el cine: plano contra plano en el tercer libro de una saga que muestra la posibilidad de armonizar la reflexión teórica con las narrativas cinematográficas y cuyo fin es abrir espacios de análisis e interpretación.

Agradecemos profundamente a los autores de este libro por su generosidad al aceptar el reto de pensar nuestra realidad a través del cine y dedicar un valioso tiempo a la tarea de escribir los ensayos que compartimos con ustedes.


1 Los datos sobre producción de películas y número de espectadores se han tomado de El cine peruano en tiempos digitales (Bedoya, 2015) y de las estadísticas recopiladas por Cinedatos Consultores en Estadística Cinematográfica del Perú (s. f.) (ver el anexo).