ACERCA DE LA AUTORA

Christine Fonseca, escritora de ensayo y temas sobre jóvenes aclamada por la crítica, cree que escribir es una gran manera de explorar la humanidad. Utilizando su formación y experiencia como psicóloga educativa, se dedica a ayudar a niños de todas las edades a encontrar su voz en el mundo. Sus títulos incluyen Emotional Intensity in Gifted Students, 101 Success Secrets for Gifted Kids y el recientemente publicado The Girl Guide.

Además de sus títulos de ensayo, Christine es autora de varias novelas para adultos jóvenes, incluidas el thriller psicológico Transcend y la serie de romance gótico Requiem, con Lacrimosa, Libera Me y Dominus. También ha escrito varios relatos como «Dies Irae» y «Enigma».

Cuando no está escribiendo o pasando tiempo con su familia, se la puede encontrar tomando demasiados cafés con leche de vainilla en su cafetería favorita o disfrutando en Facebook y Twitter. Para más información sobre Christine o sus libros, visita su sitio web.

portada

Título original: QUIET KIDS

Traducido del inglés por Jacqueline Guiter Viader

Diseño de portada: Natalia Arnedo

Diseño y maquetación de interior: Toñi F. Castellón

© de la edición original

2013 Christine Fonseca

Publicado inicialmente en Estados Unidos por Prufrock Press

© de la presente edición

EDITORIAL SIRIO, S.A.

C/ Rosa de los Vientos, 64

Pol. Ind. El Viso

29006-Málaga

España

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I.S.B.N.: 978-84-18000-23-2

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Dedicado a las personas introvertidas que forman parte de mi vida, que han hecho mucho más poderoso mi propio concepto del silencio.

AGRADECIMIENTOS

Soy una persona adulta introvertida y, como tal, me ha tocado aprender a aprovechar la fuerza que llevo en mi interior y que acompaña a la necesidad de silencio. No podría haber aprendido a aprovechar mis propias capacidades singulares sin el equipo de personas que constantemente me sacan de mi caparazón y me animan a compartir mis conocimientos con el mundo. Y aunque estoy segura de que a esta lista le faltan muchos nombres, aquí está; estas son algunas de las personas que han dado forma a este libro y han ayudado a que sea mejor de lo que yo creía posible.

No podría haber desarrollado estas ideas ni este libro sin el apoyo y la guía de mi editora, Lacy Compton. Lacy es un apoyo constante para mí; dando forma y guiando todos y cada uno de los libros que me convence para que escriba. Y luego llegan los equipos de Prufrock Press y Sourcebooks y convierten mis ideas en algo asombroso.

Mi compañera de redacción, Michelle McLean, también una persona introvertida, siempre está dispuesta a decir las cosas como son y me obliga a profundizar en mi trabajo. Gracias por leer y por brindar tus ideas y tu apoyo en el último momento.

Mis compañeros de redacción, Elana Johnson, Ali Cross y Dustin Hansen: sin todos vosotros habría evitado este libro por completo. ¡Gracias por no dejarme nunca librarme de esto y obligarme a sentarme en la silla a trabajar duro! ¡Vuestros tuits me han ayudado a superarlo todo!

A mis mejores amigas de RL y al equipo de animadoras: Jodi, Stephanie, Jill, Judy, Corrine, Shauna y Andrea: todas vosotras me habéis escuchado cuando necesitaba hablar, me habéis dado la tranquilidad que necesito para poder recuperarme y comprender a mi «yo interior». Vuestra amistad significa para mí más de lo que soy capaz de expresar. No importa cómo cambien nuestras vidas en los próximos años, ¡sigamos comprometiéndonos a encontrar tiempo las unas para las otras!

El interminable apoyo de la comunidad de escritores, de los blogueros, de los lectores y de las fans que nunca soñé que tendría: aunque nunca he conocido a la mayoría de vosotros en persona, todos significáis mucho para mí. Vuestro estímulo y comprensión de este sector que todos amamos es asombroso.

Finalmente, como siempre, mi agradecimiento personal a mi familia, cercana y no tan cercana, Dirck, Fabiana y Erika: vosotros tres sois los mejores animadores y equipo de apoyo que se podría desear. Colaboráis para que las cosas funcionen sin problemas, sin importar lo estresada que esté con mis fechas límite. Gracias es una palabra demasiado insuficiente para captar la profundidad de mi gratitud. Debra, Daryn, Karol, Vince, Errol, Celia: todos vosotros me apoyáis mucho y me «entendéis» a mí y a mi loca necesidad de escribir. Papá, Trudy y Virginia: sabéis y entendéis los aspectos más profundos de quién soy, y siempre estáis cerca para animarme cuando más lo necesito. ¡Gracias a todos vosotros por todo lo que significáis en mi vida!

CHRISTINE FONSECA

NOTA DE LA AUTORA

Recuerdo el día en que las ideas para este libro, Niños y niñas introvertidos, empezaron a tomar forma en mi cabeza. Hace mucho tiempo que el concepto de temperamento forma parte del contenido de mis charlas y de mi trabajo de coaching. Yo, como persona adulta introvertida, entiendo cómo ha influido en mi propia vida el hecho de serlo. Conozco de primera mano la información que habría deseado que mis padres hubieran tenido respecto a este tema y que les habría gustado enseñarme. Recuerdo ver a mi madre luchando con sus propios conceptos equivocados sobre su propia naturaleza de carácter introvertido. Y recuerdo la confusión que sentía yo cuando intentaba, sin conseguirlo, convertirme en una persona sociable de una manera que iba totalmente en contra de mi propia constitución.

Estos son los recuerdos y pensamientos sobre los que se ha basado este libro, cada página y cada capítulo, creado para informar e inspirar a los padres en sus esfuerzos por ayudar a aquellos de sus hijos que son introvertidos a desarrollarse plenamente en un mundo que valora mucho la extroversión y que a menudo pone etiquetas equivocadas a los introvertidos.

Este volumen está lleno de historias personales sacadas de mi propia vida, así como de las vidas de las personas que han compartido un pedacito de su mundo conmigo en charlas, sesiones de coaching y grupos de debate que han tenido lugar mientras yo iba escribiéndolo.

He cambiado los nombres, así como cualquier detalle que pudiera identificar a esas personas, expresamente, ya que muchas de ellas han compartido sus historias sin darse cuenta de que yo, un día, escribiría un libro sobre este tema. Pero aunque haya alterado las historias originales de una forma u otra, sirven para ilustrar los altibajos que sufren los niños introvertidos, así como los desafíos a los que se enfrentan muchos padres y educadores al trabajar con ellos. Tengo la esperanza de que Niños y niñas introvertidos resalte los puntos fuertes que son inherentes al temperamento introvertido y que te ayuden a ser capaz de enseñar a tus hijos cómo aceptar su propio silencio y fomentar este aspecto de sí mismos.

CHRISTINE FONSECA

INTRODUCCIÓN

Un niño pequeño empieza el curso en tercero de primaria lleno de ilusión. Entra en la clase sin conocer a nadie. Más bien intimidado, se mantiene separado de los demás niños, observando cómo el resto de los alumnos contestan a las preguntas de la profesora. No participa casi nunca, y la profesora lo considera un niño de carácter callado; demasiado callado. Unas semanas más tarde, le empieza a preocupar la posibilidad de que ese niño tenga dificultades en el aprendizaje. Solicita una tutoría con la madre, en la que descubre que el niño nunca había tenido ningún problema en el colegio hasta entonces. La profesora le hace un pequeño examen sobre los contenidos que están aprendiendo y descubre que el niño se lo sabe todo... ¡Todo! Perplejas, tanto a la profesora como a la madre les empieza a preocupar que al niñito «le pueda estar pasando algo».

A muchos kilómetros, en otro estado, una adolescente está sentada en una cafetería con sus amigos. El camarero se equivoca y le trae algo distinto de lo que ella había pedido. Pero, en lugar de decírselo al camarero, echa a un lado su frustración por no ser capaz de decirle nada y le da la bebida a otra persona. «Qué tonta soy. Cómo odio ser tan tímida», se dice a sí misma, totalmente avergonzada.

A unas mesas de distancia, un grupo de niños del colegio se ríen y bromean entre sí. Bueno, todos menos uno de trece años. Parece distraído, como si estuviera en las nubes. Sus amigos intentan meterlo en la conversación, pero él está demasiado ensimismado en sus propios pensamientos como para darse cuenta. Al cabo de un rato, uno de sus amigos chasquea los dedos delante de su cara, para llamarle la atención. El niño salta, les grita a los demás y se va de la cafetería, frustrado.

Cada una de estas escenas tiene algo en común: en cada una de ellas hay un niño o un adolescente introvertido esforzándose por entender ese aspecto de su propia naturaleza. En la mayoría de los casos, además, las personas que hay a su alrededor malinterpretan lo que está ocurriendo y se forman una opinión negativa sobre él o ella, que rara vez es acertada.

Los términos introversión y extroversión no son nuevos. La mayoría de la gente sabe que estos términos se refieren al carácter. Y cada vez que le pido a alguien de la audiencia que me dé una definición de estas palabras, me proporcionan esta serie de ­atributos:

Introvertido:

Extrovertido:

Estas listas muestran la introversión como algo predominantemente negativo, mientras que a la extroversión la presentan como algo a lo que se debe aspirar. Es una creencia que representa nuestras normas culturales de hoy en día, que celebran la extroversión como el ideal que se debe seguir, algo que fomentar en nuestros propios hijos.

Lo que les falta a estas listas es contemplar el hecho de que ese temperamento, como el color de los ojos y la constitución física, es algo con lo que ya se nace. No es que sea ni bueno ni malo; tan solo es un aspecto más de lo que somos. Y, como ocurre con la mayoría de los aspectos del ser, el temperamento conlleva sus propios puntos fuertes y sus propios problemas ­potenciales.

Vivimos en un mundo que está hecho para los extrovertidos. Nuestro sistema educativo favorece el trabajo en grupo y la colaboración. Nuestras culturas corporativas están muy centradas en la innovación colaborativa. Y nuestra cultura pop favorece a las estrellas y otros famosos que buscan la atención del público.

¿Qué significa todo esto para los introvertidos? ¿Que tendrían que alterar su ADN para poder encajar con la norma de nuestra cultura? ¿Es que tienen que suprimir su necesidad de silencio en favor de una aptitud para la sociabilidad y una disposición abierta? ¿Acaso eso es siquiera posible? Yo creo que no.

Con la idea en mente de dar apoyo a los padres de los niños introvertidos, y a partir de recientes trabajos de investigación, el libro Niños y niñas introvertidos redefine el concepto de introversión como algo positivo, pretende arrojar cierta luz sobre los puntos fuertes del temperamento callado y, además, facilita a padres y educadores las estrategias específicas que permitirán que el niño acepte su propia introversión y desarrolle su potencial plenamente.

Presentado en un formato fácil de leer y práctico, este libro está ilustrado con relatos sobre las experiencias de familias de introvertidos y proporciona en cada capítulo unas tareas, al modo de un libro de ejercicios, y un apartado de preguntas y respuestas que te facilitarán las herramientas que necesitas para poder influir de forma positiva y duradera en tu hijo.

Niños y niñas introvertidos aborda:

CÓMO UTILIZAR ESTE LIBRO

Niños y niñas introvertidos, al igual que mis otros libros de ensayo, está escrito con la intención de constituir un recurso para padres y educadores: cada parte empieza presentando una visión general y una guía de autorreflexión encaminada a prepararte para los capítulos que siguen a continuación y termina con un relato, basado en una historia real de una persona introvertida, relacionado con los conceptos presentados en esa parte en ­concreto.

Los capítulos están organizados de manera que incluyen hojas de consejos, así como listas de control y tareas a modo de cuadernos de ejercicios para que las utilicen los padres y los hijos para mejorar este material con sus propias aportaciones.

El apartado de preguntas y respuestas que se presenta al final de cada capítulo aborda las preguntas más comunes que me han planteado en los grupos de trabajo y talleres sobre el tema de la introversión. Al final de cada capítulo, además, se ofrece un repaso del contenido de ese capítulo en forma de resumen esquemático, para que pueda servir como referencia una vez que se haya leído el libro. La bibliografía recomendada que hay al final proporciona recursos adicionales para cada cuestión de interés que pueda surgir al ir avanzando en la lectura del libro.

UNAS PALABRAS DEDICADAS A LOS EDUCADORES

En un principio, este libro estaba pensado únicamente para los padres. Sin embargo, a medida que iba terminando el trabajo con cada uno de los grupos y recabando más información en mis tareas de investigación, fui viendo cada vez con mayor claridad que tanto los educadores como muchos otros profesionales necesitaban más recursos para poder trabajar con niños introvertidos. Los conceptos que se tratan en cada uno de los capítulos se han ido rediseñando para poder utilizarlos en el ámbito del aula escolar, y se han presentado dentro de los apartados «Notas de clase». Tengo la esperanza de que, juntos, padres y educadores sean capaces de ayudar a los niños introvertidos a aceptar su propio carácter, único, diferente, y a darse cuenta de lo positivo de su forma de ser y de la fuerza que eso les aporta.

Primera parte

LOS NIÑOS INTROVERTIDOS
Y LOS NIÑOS EXTROVERTIDOS

Es algo constitucional

Cuando buscas sinónimos para la palabra extrovertido en Thesaurus.com, te salen términos como amigable, gregario, sociable y afable. En cambio, cuando buscas sinónimos para la palabra introvertido, obtienes tímido, frío, hermético y reservado. Estos sinónimos representan una lista de atributos y comportamientos que, a primera vista, parecen ser algo que uno elige ser y que se puede cambiar. Es más, hay claras connotaciones positivas para la extroversión y negativas para la introversión, que reflejan la cultura occidental y cómo favorece a la primera. Sin embargo, la introversión y la extroversión son algo más que un conjunto de atributos y comportamientos que se puedan cambiar fácilmente. Estos términos se refieren a nuestro temperamento biológico. Y, aunque los aspectos más difíciles de cada rasgo se pueden equilibrar, los seres humanos estamos predispuestos a tener un carácter determinado. Forma parte de la constitución de cada uno.

A lo largo de los próximos capítulos examino lo que se sabe actualmente en el campo de la neurociencia sobre lo que subyace al temperamento, así como los aspectos positivos y los negativos tanto de la introversión como de la extroversión.

Estos capítulos, además, estudian con detenimiento la forma en que la sociedad pinta la introversión y el impacto que tiene eso sobre las personas con una disposición constitucional a ser más calladas que las demás. En el momento en que comencemos esta exploración sobre lo que es el temperamento, creo que es conveniente que tengas claras tus propias opiniones acerca de la introversión, así como ciertas preocupaciones que puedas albergar acerca de cómo criar y educar a un hijo introvertido. Dedica un momento a contestar el cuestionario n.º 1 de la página siguiente antes de continuar adelante con los siguientes capítulos.

CUESTIONARIO N.º 1

Unas ideas sobre la noción de temperamento

1. Para mí, una persona extrovertida se define como ............................................................ (completar la frase).

2. Para mí, una persona introvertida se define como ............................................................ (completar la frase).

3. Creo que el temperamento es algo con lo que se nace.

Verdadero Falso

4. Creo que el temperamento puede cambiar con el tiempo.

Verdadero Falso

5. Creo que el mundo está, en general, más dirigido hacia los extrovertidos.

Verdadero Falso

6. Si he contestado «Verdadero» a la pregunta número 5, creo que las mayores dificultades que se presentan a los introvertidos son ............................................................ (completar la frase).

Cuando hayas terminado de responder, reflexiona un momento sobre tus respuestas y considera las siguientes preguntas: ¿por qué motivos has elegido este libro? ¿Qué esperas que te aporte? ¿De qué manera esperas poder ayudar a tus hijos? Dedica unos momentos a escribir lo que piensas sobre el temperamento y sobre los objetivos que te planteas al leer este libro.

Capítulo

1

LA CIENCIA DEL
TEMPERAMENTO

Temperamento: ¿eso qué significa? Lo único que sé es que soy tímido y callado; no es algo que me plantee. Simplemente forma parte de mi manera de ser y lo acepto como tal.

Hiro, 15 años

Personalidad y temperamento son dos palabras que han llegado a utilizarse prácticamente como sinónimos en nuestra cultura, pero que tienen significados muy diferentes, en realidad. En Dictionary.com se define la personalidad como un conjunto de comportamientos que constituyen el carácter de una persona. Suele verse influida tanto por el entorno como por las experiencias de la vida. El temperamento, por otra parte, se define como aquellos rasgos con los que se nace y que tienen que ver con la conducta. La parte biológica es lo que da forma a la personalidad, y permanece relativamente sin cambios durante toda la vida. Te pongo un ejemplo sacado de mi propia vida. Cuando era joven, era tímida y reservada. Odiaba el primer día de colegio, detestaba ir a lugares nuevos para mí, y tener que hacerlo me suponía un gran esfuerzo. Sin embargo, me interesaban cosas como la música, el baile y ser modelo, cada una de las cuales me obligaba a actuar delante de un público. Estos intereses me hacían tener que superar el miedo de actuar en público. Y lo hacía.

Como persona adulta, ahora ya no tengo miedo a estar delante de grandes grupos; es más, hay veces en que hablar delante de cientos de personas me hace sentir bien, y ser el centro de atención ya no me supone un esfuerzo tremendo. Pero todavía me entra ansiedad cuando pruebo algo nuevo, aún me sigo considerando una persona reservada y todavía me provoca malestar la idea de participar en una conferencia con gente a la que no conozco demasiado. Esta parte de mí no cambiará nunca, así que, ¿por qué he cambiado en un aspecto, pero no en el otro? ¿Qué diferencia hay entre una cosa y la otra? Pues precisamente la diferencia que hay entre mis rasgos de personalidad y mi temperamento. El miedo a actuar se relaciona con mis primeros sentimientos de timidez, algo que cambió a través de la práctica y la experiencia. Es, o era, parte de mi personalidad. Por otro lado, el continuo sentimiento de aprensión cuando me enfrento a algo nuevo sigue siendo parte de mi temperamento. No ha «madurado» hasta dejar de ser parte de mi comportamiento porque es un aspecto natural de quien soy. Es parte de mí. Personalidad y temperamento. La crianza y la naturaleza. ¿Dónde encajan aquí los conceptos de extroversión e introversión? A menudo definidos por características conductuales específicas (apertura, sociabilidad y popularidad para los extrovertidos, y silencio, timidez y reserva para los introvertidos), estos dos conceptos han sido aceptados desde hace mucho tiempo como parte de la personalidad del ser humano (Thompson, 2008). Popularmente ­empleados por el psicólogo Carl Jung en el siglo xx, estos términos se han ido introduciendo en casi todas las discusiones sobre la personalidad, desde la visión un tanto negativa de Freud de que la introversión se relaciona con el narcisismo hasta la inclusión más neutral de Cattell de la extroversión y la introversión como parte de sus dieciséis factores de la personalidad (Cattell, Eber y Tatsuoka, 1980).

Las pruebas de personalidad tales como pueden ser el indicador de tipo de Myers-Briggs (MBTI, por sus siglas en inglés) y el Minnesota Multiphasic Personality Inventory (‘inventario de personalidad multifásica de Minnesota’) normalmente incluyen medidas de extraversión (o extroversión) e introversión, y sus escalas se usan para diferenciar el temperamento de alguna manera.

Claramente, los psicólogos han reconocido la extroversión y la introversión como aspectos del temperamento y la personalidad en todas las corrientes de la psicología moderna. Pero son los avances en el campo de la neurobiología los que nos han aportado una mayor comprensión en este campo.

Jung (1971) sospechaba desde hacía mucho tiempo de la existencia de una conexión biológica, pues le parecía que la extroversión y la introversión se relacionaban con la forma en que una persona interactuaba con el mundo a un nivel primario, y no eran simplemente un subproducto de las experiencias que dicha persona había tenido. Estaba convencido de que los extrovertidos e introvertidos veían el mundo de manera fundamentalmente diferente: los primeros, buscando estimulación fuera de sí mismos, y los segundos, buscando estimulación interna.

Otros indicios que demuestran una posible conexión biológica en la formación del temperamento proceden de la investigación de Segal sobre gemelos idénticos. Tras estudiar grupos de gemelos criados separados, se detectaron asombrosas ­similitudes en cuanto al temperamento, independientemente de las diferencias en los entornos en los que se habían criado (Segal, 1999). También Eysenck (1967) pensaba que el temperamento tenía que ver con la biología. Estaba convencido de que las diferencias entre la extroversión y la introversión radicaban en los sistemas de química cerebral que implicaban la excitación y la inhibición, y que los extrovertidos dependían en mayor medida de la excitación para lograr el equilibrio, mientras que en los introvertidos dominaba la inhibición. Aunque los avances en neurociencia han demostrado que su trabajo es incompleto y excesivamente simplista, la especulación de Eysenck de que los extrovertidos e introvertidos difieren con respecto al nivel óptimo de excitación y reacción a los estímulos ambientales es básicamente correcta.

Algunas de las investigaciones más contundentes realizadas sobre el temperamento y la extroversión y la introversión provienen del trabajo de Kagan con niños extremadamente sensibles. En esta investigación, Kagan estudió la química cerebral y el papel de los neurotransmisores en el temperamento. Postuló que el código genético de un niño determina cómo se utilizan los neurotransmisores y que esta tendencia en el cerebro estaba intrínsecamente ligada al temperamento (Kagan y Snidman, 2004). Tal vez la mejor explicación de la ciencia que hay detrás del temperamento se encuentra en el libro The Introvert Advantage, de Marti Olsen Laney, publicado en 2002. * A partir del trabajo de Kagan, así como de la investigación sobre los neurotransmisores llevada a cabo por Hobson, Kosslyn y otros, Laney (2002) describió las diferencias entre la extroversión y la introversión en términos de cómo se utiliza la energía. Los ­extrovertidos, explicó, usan la energía abundantemente, mientras que los introvertidos son más propensos a conservarla. También habló del uso de los neurotransmisores y de la activación y utilización de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático en relación con la extroversión y la introversión.

Ahora, antes de que sientas que te acabas de despertar en medio de la clase de biología de la universidad, te diré que no tengo intención de repetir lo que Laney explicó con tanta sencillez y elegancia en The Introvert Advantage. Sin embargo, me gustaría centrarme en lo que recientes investigaciones pueden significar para ti y, lo que es más importante, para tus hijos.

La tabla de la figura 1 resume el trabajo de Kagan, Laney y otros y permite ver de un vistazo lo diferente que es el cableado de los extrovertidos y los introvertidos. No es de extrañar que ninguno de los dos grupos pueda entender plenamente al otro: son biológicamente diferentes en su enfoque de la vida. La química cerebral controla cómo nos comportamos en varias situaciones. La investigación que se analiza en The Introvert Advantage apunta a algo sobre lo que Jung (1971) había especulado mucho antes: los extrovertidos y los introvertidos procesan la energía de manera diferente. Los primeros se centran más en las conexiones sociales y la acción como un camino hacia la excitación cerebral equilibrada, mientras que los segundos miran hacia dentro, prefiriendo el pensamiento interno como un camino hacia el equilibrio (Laney, 2002). Es algo con lo que nacemos, y aunque podemos encontrar maneras de neutralizar los aspectos más extremos de nuestro temperamento, al menos en lo que se refiere a la introversión y la extroversión, creo que en gran medida dominará uno u otro.

Las diferencias biológicas entre los extrovertidos
y los introvertidos

En la siguiente tabla se muestran algunas de las diferencias biológicas y, consecuentemente, de comportamiento, entre introvertidos y extrovertidos.

Figura 1. Los extrovertidos y los introvertidos:
diferencias biológicas

Entonces, ¿cuáles son las principales ideas que debemos retener? El temperamento es una función de la naturaleza. Y los atributos de la extroversión y la introversión, como aspectos del temperamento, son resultado de la biología. Ambos tienen ventajas y desventajas. Aunque los aspectos negativos de cualquiera de los dos pueden verse modificados, potenciados o disminuidos introduciendo ciertos cambios en el entorno y en el comportamiento, los atributos básicos de la extroversión y la introversión permanecerán durante toda la vida. Piensa en el ejemplo que cité sacado de mi propia vida: aunque he aprendido a superar la timidez de mi infancia a la hora de actuar y hablar, mi reserva natural al probar algo nuevo y la aprensión que siento al iniciar una tarea desconocida nunca desaparecerán. Es parte de mi forma de ser.

En el próximo capítulo examinaremos los atributos reales de la extroversión y la introversión, así como algunos de los problemas que pueden surgir en ambos casos cuando no existe un cierto equilibrio.

Pero, antes de sumergirnos en eso, quisiera que, entre tú y todos los miembros de tu familia, rellenéis la hoja de trabajo n.º 1. Esta escala, concebida para ayudarte a identificar los temperamentos dominantes de cada miembro de tu familia, no es una escala de calificación diseñada científicamente, sino más bien un conjunto de preguntas pensadas para ayudarte a determinar dónde pueden estar tus rasgos innatos, identificándolos en un continuo.

NOTAS DE CLASE: CÓMO RECONOCER EL TEMPERAMENTO EN EL AULA

Es algo que todos hemos visto alguna vez: las diferencias entre los distintos alumnos en un aula normal y corriente. Algunos responden con facilidad y desenvoltura, y les encanta participar en actividades grupales; otros, en cambio, actúan como si un proyecto de grupo fuera una sentencia de muerte. Como educador, sabes que necesitas adaptar tus metodologías de enseñanza para poder responder a las necesidades de todos tus alumnos, enseñando a los niños callados a hablar más claro y a los más ­locuaces a permitir que otros hablen. Está claro que de lo que se trata es de conseguir un cierto equilibrio.

HOJA DE TRABAJO N.º 1

Cómo comprender el temperamento de mi hijo (y el mío propio)

Instrucciones: Lee cada una de estas veinte frases y determina si estás de acuerdo, en desacuerdo o ninguna de las dos cosas. Rellena una hoja de trabajo para cada miembro de la familia (incluido tú mismo). Si tus hijos tienen la edad suficiente, pídeles que rellenen ellos mismos la hoja de trabajo y comparen los resultados.

Fíjate en las respuestas. Las frases pares suelen referirse a la introversión y las impares a la extroversión. Observa la tabla: ¿cuáles son tus puntos fuertes, los aspectos dominantes?

Es importante señalar que estas ideas reflejan predictores generales de temperamento. La mayoría de las personas no encajan perfectamente en una sola etiqueta de temperamento. Puede ocurrir que algunos extrovertidos disfruten de actividades en solitario, como la lectura, y que algunos introvertidos florezcan en las artes escénicas. Utiliza estas frases como guía para ayudarte a determinar qué lado de la moneda de la extroversión/introversión se os puede aplicar a ti y a tus hijos la mayor parte del tiempo. Repite esto para cada uno de los miembros de la familia.¿Te has encontrado con algo que no te esperaras?

En las actuales instituciones educativas del mundo occidental, la colaboración y las actividades en grupo se han convertido en la norma, en el «mejor» tipo de enseñanza para nuestros alumnos. Tú sabes que algunos de tus alumnos no se desarrollan plenamente con esa estructura de enseñanza; tal vez incluso hayas encontrado formas de adaptarlos. Pero el mensaje en la educación es claro: los alumnos tienen que aprender a trabajar en equipo. Al fin y al cabo, nuestra cultura moderna nos lo exige. Pero ¿cómo encaja el introvertido en esta imagen?

Este capítulo se ha centrado en las diferencias biológicas entre la extroversión y la introversión, diferencias entre las que destaca una fundamental: cómo estos dos temperamentos abordan sus interacciones con el entorno. Como educador, es hora de aprovechar esta información para aplicarla en el aula, entendiendo que el niño tímido que es reacio a unirse a grupos por más que lo animes a ello, puede que no sea simplemente «tímido». Tal vez esté programado de manera diferente y necesite un enfoque de la enseñanza distinto. Hablaremos más sobre eso más adelante. Por ahora, quiero que tomes la información del capítulo y la apliques en el aula, usando una hoja de trabajo similar a la de los padres como una manera de reconocer e identificar los diferentes temperamentos en tu aula. Utilízala con cualquier alumno y mejora tu capacidad para adaptar algunas de tus metodologías a todos los alumnos de tu clase. Y, finalmente, empléala contigo mismo para comprender más profundamente por qué estás hiperactivo o agotado al final del día.

HOJA DE TRABAJO N.º 2

Cómo comprender el temperamento de mis alumnos (y el mío propio)

Instrucciones: Lee cada una de estas diez frases y determina si estás de acuerdo, en desacuerdo o ninguna de las dos cosas en relación con tus alumnos. Rellena una hoja de trabajo para cada alumno y otra para ti. Otra opción posible es dejar que tus alumnos la rellenen por sí mismos.

Fíjate en las respuestas. Las frases pares suelen referirse a la introversión y las impares, a la extroversión. Recuerda que estos son solo predictores generales. La mayoría de los alumnos tendrán atributos de ambos temperamentos. Utiliza la tabla para evaluar las tendencias de temperamento de tus estudiantes y ayudarte a evaluar sus necesidades. Basándote en la tabla, ¿cuál es la tendencia dominante entre tus alumnos? Aplica la tabla a la mayoría de ellos. Si el entorno en el que te encuentras es normal y corriente, sin nada especial, verás que en tu aula hay un mayor número de extrovertidos que de introvertidos. ¿Qué has aprendido?

EL TEMPERAMENTO. PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Después de leer sobre la fisiología del temperamento, es probable que tengas algunas preguntas. Créeme si te digo que no eres el único. A continuación, te presento algunas de las preguntas más frecuentes que surgen en mis grupos de enfoque ** y talleres cada vez que se menciona el tema del temperamento.

Dijiste que los introvertidos y los extrovertidos están programados de forma diferente. ¿Es algo que puede cambiar con el tiempo, con la edad?

Sí y no. Como todo lo que tiene que ver con nuestra fisiología, rara vez hay respuestas fáciles. Todo constituye un equilibrio entre cómo venimos ya programados y nuestros patrones de ­respuesta aprendidos. Creo que tenemos una predisposición hacia un patrón específico de respuesta a nuestro entorno. En el caso de una persona introvertida, siempre puede tener una reacción física cuando se le pide que responda a una pregunta en clase o cuando se encuentra en medio de una reunión de trabajo. También puede preferir pensar en un problema antes de actuar en consecuencia. Siempre puede parecer que esté cansada o «desconectada» cuando se encuentra con mucha gente durante largos períodos de tiempo. Pero es probable que su forma de responder a esas reacciones iniciales cambie con el tiempo. Puede haber respondido a estar rodeada de gente o haber sido llamada en clase retirándose, permaneciendo callada o enfermando físicamente en la infancia, y que ahora responda respirando profundamente, aclarando sus pensamientos y hablando de sí misma según lo que sienta. Parece haber minimizado su introversión. Aunque, en realidad, la introversión no ha cambiado en absoluto. Son simplemente sus reacciones a su biología lo que ha cambiado con el tiempo.

¿Puede una misma persona ser introvertida y extrovertida a la vez, dependiendo de la situación?

Hay estudios psicológicos que han utilizado el término ambivertido